Colocamos la harina en la fuente, le añadimos la levadura (yo utilizo Royal) y la sal. Y mezclamos.
- La harina tiene que ser blanca normal, nada de especial para… Suelo emplear de la marca Gallo.
- La sal no tiene medida, depende de los gustos, preferible quedarse corto.
- Removemos.
Calentamos el agua, en un cazo, hasta que hierva.
Le vamos añadiendo el agua poco a poco a la vez que vamos removiendo con la cuchara, importantísimo que el agua esté hirviendo, hasta que la masa esté terminada y sin grumos.
- Es trabajoso las primeras veces (dura unos minutos conseguirlo).
- La masa estará en su punto cuando se desprenda de las paredes.
- Si está muy fluida, saldrá de la churrera demasiado líquida.
- Y si está demasiado espesa, costará mucho trabajo su extracción.
- He apuntado 1 ½ litros de agua, pero a mí me suele sobrar un poco, algo menos de un vaso; todo depende del tipo de harina empleado, esta última vez han sido exactamente 1´330 litros de agua.
- Esta masa debe usarse el mismo día de su elaboración o congelarse.
Al inicio o a mediados de la elaboración de la masa es conveniente el añadido de un pequeñito chorreón de aceite; de esa forma se facilitará al final la salida de la masa por la churrera.
- Aunque no es imprescindible.
Cuando la masa este tibia, la introducimos en la churrera (o manga pastelera, aunque no es la mejor opción), con ayuda de la cuchara vamos metiendo la masa en la churrera.
- Es mejor la churrera pues, compacta más la masa, eliminando el aire de su interior, lo que evita que salte el aceite al introducir la masa de los churros en el aceite.
Se fríen en abundante aceite bien caliente, cuando comience a humear. Si el aceite está bajo de temperatura los churros no serán “verdaderos churros”.
- Con el aceite a 180-200 ºC, freímos durante aproximadamente un minuto por cada cara
- Cocinamos a fuego medio-alto para evitar que los churros se queden crudos por dentro, sepan a harina cruda.
- Cocinamos por tandas pequeñas para que el aceite no se enfríe, por eso entre una y otra tanda de churros habrá que esperar unos segundos hasta que el aceite se reponga de temperatura.
Una vez fritos retiramos a una bandeja con papel de cocina para absorber el exceso de aceite y espolvoreamos azúcar azúcar glas por encima de los churros.
Preparamos el chocolate a la taza, siguiendo las instrucciones del fabricante o usamos uno listo para tomar, como es en este caso.
A los niños les gusta mojar los churros en azúcar por lo que se les colocan unos platitos con ella.
Servimos los churros recién hechos junto al chocolate caliente o un café.
- Cuando los churros están calientes, conservan todo su aroma y sabor.
Ingredientes
Instrucciones
Colocamos la harina en la fuente, le añadimos la levadura (yo utilizo Royal) y la sal. Y mezclamos.
- La harina tiene que ser blanca normal, nada de especial para… Suelo emplear de la marca Gallo.
- La sal no tiene medida, depende de los gustos, preferible quedarse corto.
- Removemos.
Calentamos el agua, en un cazo, hasta que hierva.
Le vamos añadiendo el agua poco a poco a la vez que vamos removiendo con la cuchara, importantísimo que el agua esté hirviendo, hasta que la masa esté terminada y sin grumos.
- Es trabajoso las primeras veces (dura unos minutos conseguirlo).
- La masa estará en su punto cuando se desprenda de las paredes.
- Si está muy fluida, saldrá de la churrera demasiado líquida.
- Y si está demasiado espesa, costará mucho trabajo su extracción.
- He apuntado 1 ½ litros de agua, pero a mí me suele sobrar un poco, algo menos de un vaso; todo depende del tipo de harina empleado, esta última vez han sido exactamente 1´330 litros de agua.
- Esta masa debe usarse el mismo día de su elaboración o congelarse.
Al inicio o a mediados de la elaboración de la masa es conveniente el añadido de un pequeñito chorreón de aceite; de esa forma se facilitará al final la salida de la masa por la churrera.
- Aunque no es imprescindible.
Cuando la masa este tibia, la introducimos en la churrera (o manga pastelera, aunque no es la mejor opción), con ayuda de la cuchara vamos metiendo la masa en la churrera.
- Es mejor la churrera pues, compacta más la masa, eliminando el aire de su interior, lo que evita que salte el aceite al introducir la masa de los churros en el aceite.
Se fríen en abundante aceite bien caliente, cuando comience a humear. Si el aceite está bajo de temperatura los churros no serán “verdaderos churros”.
- Con el aceite a 180-200 ºC, freímos durante aproximadamente un minuto por cada cara
- Cocinamos a fuego medio-alto para evitar que los churros se queden crudos por dentro, sepan a harina cruda.
- Cocinamos por tandas pequeñas para que el aceite no se enfríe, por eso entre una y otra tanda de churros habrá que esperar unos segundos hasta que el aceite se reponga de temperatura.
Una vez fritos retiramos a una bandeja con papel de cocina para absorber el exceso de aceite y espolvoreamos azúcar azúcar glas por encima de los churros.
Preparamos el chocolate a la taza, siguiendo las instrucciones del fabricante o usamos uno listo para tomar, como es en este caso.
A los niños les gusta mojar los churros en azúcar por lo que se les colocan unos platitos con ella.
Servimos los churros recién hechos junto al chocolate caliente o un café.
- Cuando los churros están calientes, conservan todo su aroma y sabor.