
La noche anterior ponemos los garbanzos en remojo.
- Los cubrimos con agua fría (aproximadamente el triple de su volumen).
- Lleva a ebullición, luego reduce el fuego y cocina a fuego lento durante 1 ½ - 2 horas, o hasta que estén tiernos. Espuma la superficie si es necesario. Añade sal al final de la cocción. Reserva los garbanzos y el agua de cocción.
En una cazuela, calientamos un chorrito de aceite de oliva a fuego medio.
Añadimos la cebolla y el ajo.
Añade la panceta y el chorizo y sofríe hasta que estén dorados y hayan soltado su grasa. Retira y reserva.
Si no quieres tanta grasa, puedes dorar el chorizo y la panceta en una sartén aparte y luego añadirlos al guiso, desechando parte de la grasa.
- La importancia de la "panceta": La panceta es un ingrediente clave que aporta un sabor característico y una textura melosa al guiso. No se trata solo de grasa, sino de un toque ahumado y profundo que define el plato.
En la misma grasa, añade la cebolla y el ajo picados. Sofríe a fuego lento hasta que estén transparentes y blandos, unos 8-10 minutos
Incorpora el pimiento rojo picado y la zanahoria en rodajas. Cocina durante unos 5 minutos más, hasta que las verduras estén ligeramente tiernas.
El toque dulce del pimiento choricero: Este tipo de pimiento seco, rehidratado y cuya carne se añade al sofrito, le da un punto dulce y un color rojizo muy particular a los garbanzos. ¡Es uno de los secretos de su sabor!
Añade el tomate rallado o triturado y la hoja de laurel. Cocina a fuego bajo durante unos 10 minutos, removiendo ocasionalmente, hasta que el tomate haya perdido el exceso de agua y se haya concentrado el sabor.
Espolvorea el pimentón sobre el sofrito y remueve rápidamente para que no se queme.
Incorporar los garbanzos: Si usaste garbanzos cocidos, añádelos a la cazuela. Si usaste garbanzos secos, añádelos escurridos.
Vuelve a incorporar la panceta y el chorizo reservados a la cazuela.
Caldo: Cubre los garbanzos con el agua de cocción reservada (si usaste garbanzos secos) o con caldo de carne. La cantidad debe ser suficiente para que queden ligeramente cubiertos.
Cocinar a fuego lento: Lleva a ebullición suave, luego reduce el fuego al mínimo, tapa la cazuela y cocina durante al menos 15-20 minutos para que los sabores se mezclen bien. Prueba y rectifica de sal si es necesario. Si la salsa está demasiado líquida, puedes cocinar sin la tapa durante los últimos minutos para que espese ligeramente.
La forma tradicional de servir esta receta de garbanzos a la riojana es en una cazuela de barro.
- Frecuentemente se le añade un huevo duro por encima justo antes de servir.
Ingredientes
Instrucciones
La noche anterior ponemos los garbanzos en remojo.
- Los cubrimos con agua fría (aproximadamente el triple de su volumen).
- Lleva a ebullición, luego reduce el fuego y cocina a fuego lento durante 1 ½ - 2 horas, o hasta que estén tiernos. Espuma la superficie si es necesario. Añade sal al final de la cocción. Reserva los garbanzos y el agua de cocción.
En una cazuela, calientamos un chorrito de aceite de oliva a fuego medio.
Añadimos la cebolla y el ajo.
Añade la panceta y el chorizo y sofríe hasta que estén dorados y hayan soltado su grasa. Retira y reserva.
Si no quieres tanta grasa, puedes dorar el chorizo y la panceta en una sartén aparte y luego añadirlos al guiso, desechando parte de la grasa.
- La importancia de la "panceta": La panceta es un ingrediente clave que aporta un sabor característico y una textura melosa al guiso. No se trata solo de grasa, sino de un toque ahumado y profundo que define el plato.
En la misma grasa, añade la cebolla y el ajo picados. Sofríe a fuego lento hasta que estén transparentes y blandos, unos 8-10 minutos
Incorpora el pimiento rojo picado y la zanahoria en rodajas. Cocina durante unos 5 minutos más, hasta que las verduras estén ligeramente tiernas.
El toque dulce del pimiento choricero: Este tipo de pimiento seco, rehidratado y cuya carne se añade al sofrito, le da un punto dulce y un color rojizo muy particular a los garbanzos. ¡Es uno de los secretos de su sabor!
Añade el tomate rallado o triturado y la hoja de laurel. Cocina a fuego bajo durante unos 10 minutos, removiendo ocasionalmente, hasta que el tomate haya perdido el exceso de agua y se haya concentrado el sabor.
Espolvorea el pimentón sobre el sofrito y remueve rápidamente para que no se queme.
Incorporar los garbanzos: Si usaste garbanzos cocidos, añádelos a la cazuela. Si usaste garbanzos secos, añádelos escurridos.
Vuelve a incorporar la panceta y el chorizo reservados a la cazuela.
Caldo: Cubre los garbanzos con el agua de cocción reservada (si usaste garbanzos secos) o con caldo de carne. La cantidad debe ser suficiente para que queden ligeramente cubiertos.
Cocinar a fuego lento: Lleva a ebullición suave, luego reduce el fuego al mínimo, tapa la cazuela y cocina durante al menos 15-20 minutos para que los sabores se mezclen bien. Prueba y rectifica de sal si es necesario. Si la salsa está demasiado líquida, puedes cocinar sin la tapa durante los últimos minutos para que espese ligeramente.
La forma tradicional de servir esta receta de garbanzos a la riojana es en una cazuela de barro.
- Frecuentemente se le añade un huevo duro por encima justo antes de servir.