
Se lavan y se pelan las patatas.
- Las patatas más adecuadas son: Kennebec, Monalisa y Roja del Turia.
Se cortan en rodajas de 2-3 milímetros.
- La mejor forma de cortarla es con una mandolina.
Se lavan y secan con un paño.
- Sazonamos.
Pelamos y picamos la cebolla en juliana (cortada en tiras finas).
En una sartén confitamos las cebollas (máximo 2 minutos).
Sacamos la cebolla con una espumadera y se depositan sobre un cedazo para que pierdan el aceite.
En una sartén ponemos abundante aceite.
- El aceite debe cubrir las patatas.
Echamos las patatas en la sartén.
- Removemos de vez en cuando durante unos 25-30 minutos a fuego suave, sin dejar que se doren.
- El objetivo es que estén entre frita y cocida, ósea pochadas.
- No importa que queden desmenuzadas.
- Cuando estén tiernas se sacan y se ponen en un escurridor hasta que se enfríen (unos 5-10 minutos).
- Reservamos el aceite.
- Deberás pocharlas esto quiere decir que el aceite no debe estar tan caliente y que se hagan requerirá un poco más de tiempo, pero merecerá la pena.
Sacamos previamente los huevos de la nevera, para que estén a temperatura ambiente.
- Esto ayudarán a que todos los ingredientes se integren mejor.
Separamos las yemas de las claras.
- Separar las yemas de las claras, complica un poco la receta, pero merece la pena el resultado final.
Batimos bien las yemas de los huevos.
Batimos las claras a punto de nieve.
- No es necesario batir los huevos por separado, pero así conseguiremos un toque más esponjoso a la tortilla.
Otra opción es batir las claras y las yemas juntas, en este caso batimos enérgicamente.
Mezclamos en un bol grande las yemas, las claras a punto de nieve, la leche, la cebolla, las patatas y la sal.
- Lo removemos y la dejamos reposar un rato (unos 10 minutos) para que se impregnen las patatas de huevo.
- La leche le dará un toque más jugosa (opcional).
Subimos el fuego y ponemos un poco 3 cucharada de aceite (que nos sobro de freír las patatas) en la sartén, cuando este caliente metemos la mezcla de huevo, patata y cebolla.
- Debe quedar a una altura de 3-4 cm.
- Bajamos la mezcla con una cuchara para quede una capa uniforme.
Dejamos cocer hasta que cuaje por un lado (moviendo la sartén para que no se queme o se pegue la tortilla) máximo unos 5 minutos.
- Con una espátula procuramos separar los bordes de la tortilla de la sartén.
- Se le da la vuelta con un plato grande (cuidado de no quemarse).
Añadimos 1 cucharada de aceite y deslizamos la tortilla hacia la sartén con ayuda del plato y cocinamos por el otro lado, intentando redondear los bordes, otros 5 minutos a fuego lento.
- Debe quedar un poco dorada por fuera y jugosa por dentro.
Una vez cuajada por los dos lados se retira del fuego y se deposita sobre un plato plano.
- Dejamos reposar unos 5 minutos, así evitaremos que se nos deshaga al cortarla.
- Nunca tapada, ya que con el calor residual, se seguirá cociendo y se nos quedará seca.
Se deja toma templada o fría, sola o con una salsa mayonesa.
También queda muy bien con un poco de salmorejo por encima, tal como la comen en Córdoba.
Ingredientes
Instrucciones
Se lavan y se pelan las patatas.
- Las patatas más adecuadas son: Kennebec, Monalisa y Roja del Turia.
Se cortan en rodajas de 2-3 milímetros.
- La mejor forma de cortarla es con una mandolina.
Se lavan y secan con un paño.
- Sazonamos.
Pelamos y picamos la cebolla en juliana (cortada en tiras finas).
En una sartén confitamos las cebollas (máximo 2 minutos).
Sacamos la cebolla con una espumadera y se depositan sobre un cedazo para que pierdan el aceite.
En una sartén ponemos abundante aceite.
- El aceite debe cubrir las patatas.
Echamos las patatas en la sartén.
- Removemos de vez en cuando durante unos 25-30 minutos a fuego suave, sin dejar que se doren.
- El objetivo es que estén entre frita y cocida, ósea pochadas.
- No importa que queden desmenuzadas.
- Cuando estén tiernas se sacan y se ponen en un escurridor hasta que se enfríen (unos 5-10 minutos).
- Reservamos el aceite.
- Deberás pocharlas esto quiere decir que el aceite no debe estar tan caliente y que se hagan requerirá un poco más de tiempo, pero merecerá la pena.
Sacamos previamente los huevos de la nevera, para que estén a temperatura ambiente.
- Esto ayudarán a que todos los ingredientes se integren mejor.
Separamos las yemas de las claras.
- Separar las yemas de las claras, complica un poco la receta, pero merece la pena el resultado final.
Batimos bien las yemas de los huevos.
Batimos las claras a punto de nieve.
- No es necesario batir los huevos por separado, pero así conseguiremos un toque más esponjoso a la tortilla.
Otra opción es batir las claras y las yemas juntas, en este caso batimos enérgicamente.
Mezclamos en un bol grande las yemas, las claras a punto de nieve, la leche, la cebolla, las patatas y la sal.
- Lo removemos y la dejamos reposar un rato (unos 10 minutos) para que se impregnen las patatas de huevo.
- La leche le dará un toque más jugosa (opcional).
Subimos el fuego y ponemos un poco 3 cucharada de aceite (que nos sobro de freír las patatas) en la sartén, cuando este caliente metemos la mezcla de huevo, patata y cebolla.
- Debe quedar a una altura de 3-4 cm.
- Bajamos la mezcla con una cuchara para quede una capa uniforme.
Dejamos cocer hasta que cuaje por un lado (moviendo la sartén para que no se queme o se pegue la tortilla) máximo unos 5 minutos.
- Con una espátula procuramos separar los bordes de la tortilla de la sartén.
- Se le da la vuelta con un plato grande (cuidado de no quemarse).
Añadimos 1 cucharada de aceite y deslizamos la tortilla hacia la sartén con ayuda del plato y cocinamos por el otro lado, intentando redondear los bordes, otros 5 minutos a fuego lento.
- Debe quedar un poco dorada por fuera y jugosa por dentro.
Una vez cuajada por los dos lados se retira del fuego y se deposita sobre un plato plano.
- Dejamos reposar unos 5 minutos, así evitaremos que se nos deshaga al cortarla.
- Nunca tapada, ya que con el calor residual, se seguirá cociendo y se nos quedará seca.
Se deja toma templada o fría, sola o con una salsa mayonesa.
También queda muy bien con un poco de salmorejo por encima, tal como la comen en Córdoba.