
Mejor comprar los níscalos en un puesto de confianza.
Pelamos los ajos.
Les quitamos el germen, que es la parte más indigesta del ajo.
Y lo laminamos.
Abrimos la cayena y quitamos el tronco y las semillas.
Ponemos el aceite en la sartén y lo calentamos.
Añadimos los ajos a la sartén.
y la cayena.
Y cuando este un poco sofritos incorporamos los níscalos y guisamos durante unos minutos.
Serviremos los níscalos recién salidos de la sartén.