Si tenemos la suerte de tener una árbol de mandarinas, nos ponemos a recogerlas.
Pelamos las naranjas y mandarinas,
- Sin que quede zonas blancas.
- Las zonas blancas son amargas y estropearían nuestra mermelada.
Y luego troceamos los gajos.
- Retiramos las semillas.
Exprimimos el limón.
- El objetivo del zumo de limón, es crear la acidez necearía para que la pectina actúe, ayuda a conservar la mermelada y evita la cristalización del azúcar.
Opcionalmente podemos añadir la ralladura de mandarina o naranja y la secamos en el microondas (o en el horno a 120 ºC durante unos 15 minutos).
- Con esto le daremos más sabor a la mermelada.
Colocamos las mandarinas y naranjas, en la cazuela junto con el agua.
- Cocinamos durante 30 minutos a fuego medio (hasta que la fruta este blanda y suelte sus jugos).
- En una cacerola alta (salpicará) destapada,
Una vez pasado este tiempo, agregamos el azúcar.
Y seguimos con la cocción a fuego suave unos 10 minutos más.
- Si ponemos la ralladura de de naranja o mandarina, este es el momento de incluirla.
Removiendo, para que no se queme el azúcar.
Después de este tiempo, trituramos la mermelada.
- Trituramos la fruta, para obtener una papilla, tan fina como se deseemos.
Ahora añadimos el zumo de limón.
- El limón proporcionará la acidez necesaria para que el azúcar no cristalice.
Proseguimos la cocción 10 minutos más, removiendo de vez en cuando.
La mermelada nos producirá espuma.
Espumamos al acabar la cocción (esto se hace al final ya que esta contiene pectina).
- Este paso hace que la mermelada quede con mejor aspecto y permite además aumentar el tiempo de conservación pues en la espuma se concentran las impurezas.
Para saber sí se ha alcanzado el punto poner un poco en una cuchara sacada del congelador, recogemos un poco de mermelada y si no gotea es el momento de embotar.
- Sí la mermelada no cuaja, puede ser porque le falta pectina o porque está poco cocida. Añadir pectina y volver a cocer.
- Si está muy dura y apagada, es que está demasiado cocida.
- Otra opción es un termómetro, cuando llegue a 105 ºC .
Mientras tanto, esterilizamos los botes (recién sacados del lavaplatos) en el microondas, se introducen medio llenos de agua durante unos 10 minutos.
Las tapa la hervimos 5 minutos en una cacerola.
Rellenamos los tarros estériles hasta el cuello.
· Para esto es muy útil el embudo de mermeladas.
· Tapamos los botes herméticamente cuando todavía están calientes.
Realizamos el vació a los botes poniéndolos boca abajo, hasta que se enfríen.
· Crear el vació es imprescindible para una conservación larga de la mermelada.
Etiquetamos el tipo de mermelada y la fecha, la almacenamos en un lugar oscuro, seco y fresco hasta su consumo.
Esperamos que enfríe y espese antes de ser utilizada.
- Una vez abierto el tarro guardar en la nevera.
Ingredientes
Instrucciones
Si tenemos la suerte de tener una árbol de mandarinas, nos ponemos a recogerlas.
Pelamos las naranjas y mandarinas,
- Sin que quede zonas blancas.
- Las zonas blancas son amargas y estropearían nuestra mermelada.
Y luego troceamos los gajos.
- Retiramos las semillas.
Exprimimos el limón.
- El objetivo del zumo de limón, es crear la acidez necearía para que la pectina actúe, ayuda a conservar la mermelada y evita la cristalización del azúcar.
Opcionalmente podemos añadir la ralladura de mandarina o naranja y la secamos en el microondas (o en el horno a 120 ºC durante unos 15 minutos).
- Con esto le daremos más sabor a la mermelada.
Colocamos las mandarinas y naranjas, en la cazuela junto con el agua.
- Cocinamos durante 30 minutos a fuego medio (hasta que la fruta este blanda y suelte sus jugos).
- En una cacerola alta (salpicará) destapada,
Una vez pasado este tiempo, agregamos el azúcar.
Y seguimos con la cocción a fuego suave unos 10 minutos más.
- Si ponemos la ralladura de de naranja o mandarina, este es el momento de incluirla.
Removiendo, para que no se queme el azúcar.
Después de este tiempo, trituramos la mermelada.
- Trituramos la fruta, para obtener una papilla, tan fina como se deseemos.
Ahora añadimos el zumo de limón.
- El limón proporcionará la acidez necesaria para que el azúcar no cristalice.
Proseguimos la cocción 10 minutos más, removiendo de vez en cuando.
La mermelada nos producirá espuma.
Espumamos al acabar la cocción (esto se hace al final ya que esta contiene pectina).
- Este paso hace que la mermelada quede con mejor aspecto y permite además aumentar el tiempo de conservación pues en la espuma se concentran las impurezas.
Para saber sí se ha alcanzado el punto poner un poco en una cuchara sacada del congelador, recogemos un poco de mermelada y si no gotea es el momento de embotar.
- Sí la mermelada no cuaja, puede ser porque le falta pectina o porque está poco cocida. Añadir pectina y volver a cocer.
- Si está muy dura y apagada, es que está demasiado cocida.
- Otra opción es un termómetro, cuando llegue a 105 ºC .
Mientras tanto, esterilizamos los botes (recién sacados del lavaplatos) en el microondas, se introducen medio llenos de agua durante unos 10 minutos.
Las tapa la hervimos 5 minutos en una cacerola.
Rellenamos los tarros estériles hasta el cuello.
· Para esto es muy útil el embudo de mermeladas.
· Tapamos los botes herméticamente cuando todavía están calientes.
Realizamos el vació a los botes poniéndolos boca abajo, hasta que se enfríen.
· Crear el vació es imprescindible para una conservación larga de la mermelada.
Etiquetamos el tipo de mermelada y la fecha, la almacenamos en un lugar oscuro, seco y fresco hasta su consumo.
Esperamos que enfríe y espese antes de ser utilizada.
- Una vez abierto el tarro guardar en la nevera.