
Envolvemos los escalopes en papel film, los aplastamos ligeramente y después los salpimentamos.
- Al golpear y estirar la carne la dejamos muy fina, y así conseguimos un filete que quede jugoso y tierno en su interior y crujiente y dorado por fuera.
Lo pasamos por harina.
- Sacudimos el exceso sobrante.
Luego por huevo batido
Y después por pan rallado.
- Para que se adhiera mejor lo aplastaremos con la espátula.
- Si queremos darle un sabor diferente, ponemos añadir al pan rallado ajo en polvo.
Vamos rebozando los demás escalopes.
Calentamos la mantequilla en la sartén.
- También podemos usar aceite de girasol o de oliva suave.
- El secreto de un buen empanado es que el aceite no llegue a la carne y así mantenga todos sus jugos en el interior.
Freímos a fuego alto, los escalopes hasta que tengan un color dorado por un lado y le damos la vuelta (1 a 2 minutos por cada lado).
- Freímos por tandas y las colocamos sobre papel absorbente, para que no queden grasientos.
Podemos ponerles unas rodajas de limón por encima.
Podemos acompañarlo de unas patatas fritas.
O la típica ensalada de patatas alemana (Kartoffelsalat).
O salsa tártara.