Pedimos a nuestro pescadero de confianza, que nos limpie el lenguados y retira la cabeza, y también las tripas.
Exprimimos el zumo de un limón y los colamos.
- Al colarlo eliminaremos las semillas y los trocitos de limón que hayan podido desprenderse.
Pica las hojas de perejil.
Sacamos la mantequilla de la nevera y la cortamos en dados, dejandola a temperatura ambiente.
Ponemos la mantequilla en un cazo a fuego suave.
- Retiramos los residuos que se acumulen en la superficie.
Lavamos y secamos los lenguado y posteriormente los salpimentamos.
Y lo pasamos por harina en los dos lados.
- Sacudimos bien el lenguados para eliminar el exceso de harina.
Ponemos la mitad de la mantequilla clarificada en una sarten o cazo grande.
Freímos el lenguado sobre el lado de la piel (por el lado oscuro) durante unos 4 minutos.
- Mientras tanto regamos con la mantequilla por la cara superior.
- Le damos la vuelta (con una espátula grande y mucho cuidado) y hacemos lo propio por la otra cara (algo menos de tiempo, ya que es más fina), hasta conseguir una costra dorada.
- Sacamos el lenguado y lo colocamos sobre una fuente caliente y dejamos que se atempere (como máximo 30 segundos, mientras hacemos la salsa Meuniere).
En un otro cazo grande calentamos la otra mitad de la mantequilla clarificada.
Añadimos el resto de la mantequilla clarificada de la sartén, junto con un chorrito de aceite,
- Ponemos el aceite, para evitar que la mantequilla se queme.
Añadimos la mitad del perejil picado.
Y el zumo del limón y dejamos cocer a fuego suave hasta que tome un tono marrón dorado.
Napamos el lenguado con esta salsa Meuniere.
- Lo ideal es servirlo recién hecho.
- Podemos acompañarlo de ensalada, patatas o verduras.
Decoramos con unas rodajas de limón y el resto de perejil.
Ingredientes
Instrucciones
Pedimos a nuestro pescadero de confianza, que nos limpie el lenguados y retira la cabeza, y también las tripas.
Exprimimos el zumo de un limón y los colamos.
- Al colarlo eliminaremos las semillas y los trocitos de limón que hayan podido desprenderse.
Pica las hojas de perejil.
Sacamos la mantequilla de la nevera y la cortamos en dados, dejandola a temperatura ambiente.
Ponemos la mantequilla en un cazo a fuego suave.
- Retiramos los residuos que se acumulen en la superficie.
Lavamos y secamos los lenguado y posteriormente los salpimentamos.
Y lo pasamos por harina en los dos lados.
- Sacudimos bien el lenguados para eliminar el exceso de harina.
Ponemos la mitad de la mantequilla clarificada en una sarten o cazo grande.
Freímos el lenguado sobre el lado de la piel (por el lado oscuro) durante unos 4 minutos.
- Mientras tanto regamos con la mantequilla por la cara superior.
- Le damos la vuelta (con una espátula grande y mucho cuidado) y hacemos lo propio por la otra cara (algo menos de tiempo, ya que es más fina), hasta conseguir una costra dorada.
- Sacamos el lenguado y lo colocamos sobre una fuente caliente y dejamos que se atempere (como máximo 30 segundos, mientras hacemos la salsa Meuniere).
En un otro cazo grande calentamos la otra mitad de la mantequilla clarificada.
Añadimos el resto de la mantequilla clarificada de la sartén, junto con un chorrito de aceite,
- Ponemos el aceite, para evitar que la mantequilla se queme.
Añadimos la mitad del perejil picado.
Y el zumo del limón y dejamos cocer a fuego suave hasta que tome un tono marrón dorado.
Napamos el lenguado con esta salsa Meuniere.
- Lo ideal es servirlo recién hecho.
- Podemos acompañarlo de ensalada, patatas o verduras.
Decoramos con unas rodajas de limón y el resto de perejil.