Paso 1. Ponemos en la sartén a calentar el aceite de oliva virgen extra a fuego medio. Picamos la cebolla y el diente de ajo en trozos muy pequeños y lo pochamos en la sartén hasta que tenga un aspecto dorado. Le añadimos una pizca de sal, nuez moscada y pimienta. Mientras se cocina, en un cazo añadimos la leche entera y la nata para cocinar y lo ponemos a calentar sin que llegue a hervir.
Paso 2. Una vez el ajo y la cebolla estén dorados añadimos la harina a la sartén y removemos. Cuando la leche y la nata estén caliente, la vertemos poco a poco y dejamos que se evapore. Hay que remover en todo momento para que se integre de forma idónea y no se formen grumos.
Paso 3. Corta el salmón ahumado en tiras finas y añádelo a la sartén. Remueve para que se mezcle y rectifica de sal, si lo ves necesario. Retira la masa, colócala en un recipiente de cristal y cúbrelo con film transparente. La metemos en el frigorífico durante unas horas hasta que se enfríe.
Paso 4. Una vez la masa esté fría, cogemos pequeñas porciones y le damos forma de croqueta. La pasamos por el pan rallado, el huevo batido y una vez más por el pan rallado. Cuando estén todas las croquetas listas las freímos en la sartén con aceite muy caliente hasta que tengan un color dorado.
Calentamos el aceite y la mantequilla en una cazuela sobre fuego bajo.
Cortamos la cebolla en trozos muy pequeños y freímos hasta que esté dorada.
Añadimos la harina tamizada y continuar revolviendo vigorosamente.
- La harina la debemos pasar por un cedazo, para que esté fina y que caiga poco a poco.
- Es la clave para que no salgan grumos.
Cocinamos 5 minutos hasta que la harina este totalmente cocida y dorada (roux).
- Usar una cazuela (mejor si es antiadherente) amplia, ya que hay que estar removiendo bastante y cuanto mayor sea la superficie de la cazuela, antes se hará la bechamel.
Vierte la leche caliente sobre el roux y cocina, revolviendo continuamente.
- La leche debe estar muy caliente.
- Usar una cuchara de palo ya que la bechamel es muy densa.
Hasta que tengas una salsa bechamel y sin grumos (unos 20 minutos).
- Añadimos la merluza desmenuzada y cocinamos otros 5 minutos más a fuego bajo.
- Hay que conseguir una mezcla espesa que se pueda manipular con las manos, si esta muy pegajoso, cocinar un poco más.
Ajustamos de sal.
Opcionalmente se puede aromatizar con nuez moscada.
Extendemos la mezcla en una fuente y la dejamos enfriar por completo tapada con un film de plástico.
- Debe quedar el film pegado a la masa para que no se forme costra.
La introducimos 1 día en la nevera.
- La mezcla se endurecerá al enfriarse y nos será más sencillo bolear nuestras croquetas, puesto que si no es imposible.
Con una cuchara o un saca bolas de helado, cogemos un poco de la mezcla y con las manos hacemos pequeños bolas (untándonos las manos con aceite, para que no se nos pegue la masa).
- Las pasamos por huevo batido.
Pasamos las bolas por harina.
Después por huevo batido
Y posteriormente por pan rallado.
En una sartén honda o freidora, calentar abundante aceite ( que sobrepasen las croquetas) e ir friendo las croquetas por tandas pequeñas, para que no se enfrié el aceite.
- Cuando estén doradas por una cara se les da la vuelta.
- La croquetas se deben freír en aceite muy caliente (para que no se abran), por lo que hay que usar aceite de oliva.
- Un motivos por lo que se revientan es porque el rebozo de pan es muy fino o son muy grandes.
- La croquetas deben estar siempre bien recubiertas de aceite al freírlas.
Cuando estén doradas, aproximadamente 1 minuto, colocamos en un plato con papel de cocina para que absorba el exceso de aceite.
Servir templadas y a disfrutar!!!
Ingredientes
Instrucciones
Paso 1. Ponemos en la sartén a calentar el aceite de oliva virgen extra a fuego medio. Picamos la cebolla y el diente de ajo en trozos muy pequeños y lo pochamos en la sartén hasta que tenga un aspecto dorado. Le añadimos una pizca de sal, nuez moscada y pimienta. Mientras se cocina, en un cazo añadimos la leche entera y la nata para cocinar y lo ponemos a calentar sin que llegue a hervir.
Paso 2. Una vez el ajo y la cebolla estén dorados añadimos la harina a la sartén y removemos. Cuando la leche y la nata estén caliente, la vertemos poco a poco y dejamos que se evapore. Hay que remover en todo momento para que se integre de forma idónea y no se formen grumos.
Paso 3. Corta el salmón ahumado en tiras finas y añádelo a la sartén. Remueve para que se mezcle y rectifica de sal, si lo ves necesario. Retira la masa, colócala en un recipiente de cristal y cúbrelo con film transparente. La metemos en el frigorífico durante unas horas hasta que se enfríe.
Paso 4. Una vez la masa esté fría, cogemos pequeñas porciones y le damos forma de croqueta. La pasamos por el pan rallado, el huevo batido y una vez más por el pan rallado. Cuando estén todas las croquetas listas las freímos en la sartén con aceite muy caliente hasta que tengan un color dorado.
Calentamos el aceite y la mantequilla en una cazuela sobre fuego bajo.
Cortamos la cebolla en trozos muy pequeños y freímos hasta que esté dorada.
Añadimos la harina tamizada y continuar revolviendo vigorosamente.
- La harina la debemos pasar por un cedazo, para que esté fina y que caiga poco a poco.
- Es la clave para que no salgan grumos.
Cocinamos 5 minutos hasta que la harina este totalmente cocida y dorada (roux).
- Usar una cazuela (mejor si es antiadherente) amplia, ya que hay que estar removiendo bastante y cuanto mayor sea la superficie de la cazuela, antes se hará la bechamel.
Vierte la leche caliente sobre el roux y cocina, revolviendo continuamente.
- La leche debe estar muy caliente.
- Usar una cuchara de palo ya que la bechamel es muy densa.
Hasta que tengas una salsa bechamel y sin grumos (unos 20 minutos).
- Añadimos la merluza desmenuzada y cocinamos otros 5 minutos más a fuego bajo.
- Hay que conseguir una mezcla espesa que se pueda manipular con las manos, si esta muy pegajoso, cocinar un poco más.
Ajustamos de sal.
Opcionalmente se puede aromatizar con nuez moscada.
Extendemos la mezcla en una fuente y la dejamos enfriar por completo tapada con un film de plástico.
- Debe quedar el film pegado a la masa para que no se forme costra.
La introducimos 1 día en la nevera.
- La mezcla se endurecerá al enfriarse y nos será más sencillo bolear nuestras croquetas, puesto que si no es imposible.
Con una cuchara o un saca bolas de helado, cogemos un poco de la mezcla y con las manos hacemos pequeños bolas (untándonos las manos con aceite, para que no se nos pegue la masa).
- Las pasamos por huevo batido.
Pasamos las bolas por harina.
Después por huevo batido
Y posteriormente por pan rallado.
En una sartén honda o freidora, calentar abundante aceite ( que sobrepasen las croquetas) e ir friendo las croquetas por tandas pequeñas, para que no se enfrié el aceite.
- Cuando estén doradas por una cara se les da la vuelta.
- La croquetas se deben freír en aceite muy caliente (para que no se abran), por lo que hay que usar aceite de oliva.
- Un motivos por lo que se revientan es porque el rebozo de pan es muy fino o son muy grandes.
- La croquetas deben estar siempre bien recubiertas de aceite al freírlas.
Cuando estén doradas, aproximadamente 1 minuto, colocamos en un plato con papel de cocina para que absorba el exceso de aceite.
Servir templadas y a disfrutar!!!