
Descongelamos las cocochas en el frigorífico.
Preparamos los ajos, guindilla y aceite.
Cortamos los ajos en rodajas.
Normalmente las cocochas no lleva perejil, pero si decidimos añadirlo, piquémoslo.
Limpiamos las puntitas de cocochas y las sazonamos.
Y las reservamos sobre papel absorbente, para que estén seca cuando las usemos.
En una sartén o cazuela grande ponemos aceite de oliva.
- Usamos una sartén grande para evitar que cuando pongamos las cocochas se pisen entre ellas.
A fuego medio añadimos los ajos junto a la guindilla.
- Una vez dorados los retiramos a un plato.
- También retiramos una parte del aceite, que iremos agregando y ligando a la salsa hasta tener el espesor deseado.
- Sacamos la sartén del fuego para que baje un poco la temperatura.
Incorporamos las cocochas, con la piel hacia arriba y las mareamos con suaves movimientos circulares (siempre hacia el mismo lado).
- Al cabo de un minuto las giramos las cocochas con mucho cuidado y que queden con la piel hacia abajo.
- Los movimientos las hacemos suaves para que las cocochas no se rompan, ya que son muy delicadas.
Ponemos nuestra sartén al fuego moderado (el aceite nunca debe hervir )y notaremos que están en su punto cuando alrededor de las cocochas se forman unas pequeñas burbujas.
- Este es el punto de temperatura que debe mantener en todo momento, si vemos que se calienta demasiado retiramos la sartén del fuego.
Añadimos un poco de hielo picado, para que salga la gelatina de las cocochas.
Retiraremos la sartén del fuego, mientras seguimos meneando tantas veces como sea necesario para que la salsa ligue, evitar que el aceite suba de temperatura.
- Si la temperatura baja, la colocamos al fuego de nuevo hasta ver otra vez las pequeñas burbujas.
- En este momento vamos añadiendo poco a poco el aceite que habíamos retirado anteriormente, según se vaya ligando la salsa.
- Seguimos con el movimiento circulares hasta que la salsa se vaya ligando y espesando casi como una mayonesa ligera.
- Cuando ligue subimos el fuego para que se calienten bien al final.
Una vez ligada, podemos espolvorear el perejil picado y rectificamos de sal.
Servimos de inmediato adornando con los ajos y la guindilla.
- El espesor de la salsa dependerá de la cantidad de aceite que usemos.