
En primer lugar, comenzamos empapando las judías blancas. - Hay que poner en un bol el triple de agua (hasta que esté sumergido y con espacio para crecer).
- Lo dejamos en remojo durante toda la noche.
El día colamos las judías blancas y resérvela el agua.
- También se pueden cocinar en la olla a presión de una vez.
Lavamos muy bien las tripas (callos) y frotamos con sal y limón.
- También lavamos la mano del ternero y lo lleva todo a cocer en una cazo con agua y sal.
- Dicen que después de lavar bien las tripas con agua y sal, se deben hervir durante 10 minutos en agua nueva para que estén más tiernas.
- Aún en las tripas, los expertos dicen que son mejores si se congelan después de limpiarlas y cocinarlas una semana después.
En otro cazo, colocamos las carnes restantes y el pollo en agua con sal y la hervimos, durante media hora.
- Deshuesamos previamente la mano de ternera y la cortamos en trozos.
- Retiramos las carnes a medida que se van cociendo.
- Hay quienes no les gusta el pollo en frijolada, si este es tu caso, puedes optar por no usarlo.
En otro cazo cocinamos las judías (frijoles de mantequilla), y a media cocción añadimos las 2 zanahorias (cortadas en rodajas) y una cebolla (también en rodajas), hasta que estén tiernas.
Hacemos un sofrito con la otra cebolla picada, el ajo y la manteca.
- Cuando la cebolla esté transparente, agregamos la carne y el pimentón, mezclamos bien y dejamos cocer un poco.
- Si no nos gusta usar manteca, podemos sustituirla perfectamente por la misma cantidad de aceite de oliva virgen extra.
Sazonamos con sal, pimienta negra molida, laurel, perejil y comino.
Dejamos enfriar ligeramente y seguidamente, agregamos las judías con la zanahoria y la cebolla y dejando reposar a fuego bajo, durante unos minutos.
- Una vez que esté todo cocido, retiramos el perejil y servimos espolvoreando con un poco más comino.
Habitualmente se sirve caliente, acompañado de arroz blanco.