
La sidra debe estar a temperatura ambiente, ni muy fría ni muy caliente.

Vertemos la sidra en un tarro de boca ancha.

Añadimos la madre de vinagre.

Cubrimos la boca del tarro de vidrio, cerámica o gres de boca ancha, con la tela o gasa y la aseguramos con una goma.
Llene solo hasta el 70-80% para asegurar una gran superficie de contacto con el aire.

Colocamos el tarro en un lugar oscuro y cálido (la temperatura ideal es de 25 ºC a 30 ºC).
No debemos remuevas el tarro, ya que el movimiento puede romper la madre que se está formando sobre la superficie.

Después de una a tres semanas, deberíamos empezar a ver una capa gelatinosa y blanquecina formándose en la superficie.

Este proceso de conversión puede empezar de 3 a 8 semanas o más, dependiendo de la temperatura ambiente y de la concentración de alcohol de la sidra.
Probamos el líquido periódicamente usando una cuchara que no sea de metal.
Deje que la sidra fermente durante un periodo de 3 a 6 meses. Aunque el olor a vinagre aparecerá antes, se necesitan varios meses para que la acidez se desarrolle por completo."
Cuando el sabor sea fuerte y ácido (y ya no sepa a sidra dulce o alcohólica), el vinagre está listo.

Para crear un vinagre claro, estable y con una acidez fija (similar al comercial), se requiere un paso de calentamiento suave para "matar" a las bacterias acéticas.

Una vez que el vinagre tenga la acidez deseada, podemos colarlo suavemente, para retirar la madre.

La madre la podemos guardar en una tarro de vidrio con tapa hermética.

Guardamos el vinagre en botellas de vidrio con tapa hermética.

4 raciones
250 g
* El % del valor diario (VD), indica cuánto contribuye un nutriente a la ingesta diaria, de un adulto medio (8400 kJ / 2000 kcal).