Cortar el pan en rebanadas de 2 centímetros de grosor aproximadamente (el pan debe cortarse en rebanadas gorditas para que queden mejor mojadas).
- No cortar más fino, pues sino se romperán.
- Colocarlas en una fuente.
Empaparlas con la mezcla del vino dulce y del vino blanco.
- Dejar reposar un par de horas a temperatura ambiente.
- Se puede sustituir el vino blanco por vino tinto, el resultado también es de primera categoría.
- De ninguna manera debemos enharinar la torrija ya que están impregnadas de vino y les quitaría sabor.
Pasar las torrijas por ambas caras por el huevo previamente batido.
Freírlas en abundante aceite de oliva virgen, que estará caliente (160º-170º C), y al sacarlas dejarlas escurrir
sobre un papel absorbente.
- Es mejor no poner muchas unidades a la vez, para poder controlar mejor la temperatura.
- Hay que tener cuidado al girarlas para que no se rompan.
- Freír unos 2 minutos ( un minuto por cada cara), para que no se quemen.
- Después de varias torrijas fritas pueden aparecer unos hilos de huevo y restos de pan, lo mejor es filtrarlo, para evitar que se queme.
Dejar enfriar y escurrir sobre papel absorbente, para desengrasar.
Pasar a una fuente y regarlas con la miel diluida (2 partes de miel por cada una de
agua), a esto se le llama aguamiel.
- El mejor momento para ello es recién fritas, porque absorben mejor el sabor de la miel.
6 raciones
100 g
* El % del valor diario (VD), indica cuánto contribuye un nutriente a la ingesta diaria, de un adulto medio (8400 kJ / 2000 kcal).