Córtese el pan en rebanadas finas, de unos 3 ó 4 mm.
Lo ponemos en el recipiente donde lo vayamos a comer. Si el recipiente es una olla de barro ¡perfecto!
Échese en el mortero el ajo finamente troceado, el aceite (seamos generosos), el pimentón y la sal. Lo machacamos bien.
Mientras tanto vamos hirviendo el agua en una cacerola.
Cuando tengamos bien machacada la mezcla la echamos en el agua.
La dejamos hervir un par de minutos.
Vertemos el agua con los ingredientes machacados, sobre cada unos de los platos, donde estarán las rebanadas de pan.
Lo tapamos con un plato y lo dejamos reposar.
Le quitamos el plato y ¡listo!
4 raciones
100 g
* El % del valor diario (VD), indica cuánto contribuye un nutriente a la ingesta diaria, de un adulto medio (8400 kJ / 2000 kcal).