Pochamos en mantequilla, un par de cebollas medianas o el equivalente de chalotas cortadas finas.
Añadimos los champiñones fileteados.
A continuación ponemos el coñac o vino rancio.
Añadimos nata líquida o kefir y cocinamos unos 5 minutos.
Pasar la mezcla por minipiner y dejamos enfriar.
Hacemos un rulo estabilizándolo con liza o cuerda.
Rehogamos a fuego medio por todas partes y cuando esté dorado, salpimentamos y dejamos enfriar a temperatura ambiente.
Ponemos en papel de horno, las lonchas de jamón serrano, untadas con la mostaza y sobre ellas la masa del triturado y el solomillo también pintado.
- Envolvemos con la ayuda del papel de horno.
Dejamos en nevera alrededor de una hora.
Quitamos el papel de horno y envolver el solomillo y el jamón con el hojaldre, formando un paquete.
- Sellamos los bordes con el huevo batido.
- Es importante cerrar bien el hojaldre para que no se escapen los jugos.
Decoramos con unas tiras de hojaldre.
Batimos ligeramente el huevo.
Pincelamos la parte superior con el huevo batido y volvemos a meterlo en el frigorífico durante unos 15 minutos.
Con el horno precalentado a 200 °C, horneamos durante unos 30-40 minutos.
Mientras horneamos preparamos la compota de manzana.
Retiramos el solomillo del horno y dejamos reposar unos 10 minutos.
Cortamos en gruesas rodajas y servimos acompañados de la compota de manzana.
Me he basado en una receta de Arguiñano con modificaciones.
