Sacamos la masa madre de la nevera un par de hora antes de utilizarla, para que se active.
. Utilizamos 250 g de masa madre para hacer el pan.
- De la masa madre que nos sobre recogemos 150 g y desechamos el resto,
- Añadimos la misma cantidad de agua (150 g) y la misma cantidad de harina de fuerza (150 g), con lo que tendremos 450 g de masa madre (para el día siguiente), que dejaremos a temperatura ambiente durante 4-6 horas, antes de meterla en la nevera.
El jueves al llegar del trabajo:
- Cogemos 150 g de masa madre de la nevera y la mezclamos con 150 g de agua, sin cloro y a temperatura ambiente, con 150 g de harina (total 450 g).
- Lo guardamos a temperatura ambiente 4-6 horas y cuando nos vayamos a la cama la metemos en la nevera.
El viernes al llegar de trabajar:
- Sacamos la masa madre de la nevera y la refrescamos con 150 g de agua, sin cloro y a temperatura ambiente, con 150 g de harina de fuerza, obteniendo así 700 g de masa madre).
- Lo guardamos a temperatura ambiente 4-6 horas y después lo metemos en la nevera.
El sábado por la mañana:
- Sacamos la masa madre de la nevera 2 horas antes y utilizamos 250 g para hacer pan.
- Los 450 g de masa madre restantes la guardamos en la nevera para el domingo.
El domingo por la mañana:
- Sacamos la masa madre de la nevera (un par de horas antes) y utilizamos 250 g para hacer el pan.
- Nos quedamos con 150 g de masa madre y le añadimos 150 g de agua (sin cloro y a temperatura ambiente) y 150 g de harina de fuerza y dejamos que crezca durante 4-6 horas, si no lo vamos a utilizar, la guardamos en la nevera hasta el jueves siguiente.
- La masa madre se desarrolla durante 4-6 horas.
- Una vez refrescada una masa madre se debe guardar en la nevera y se podrá utilizar durante 3 días sin refrescar, pasado ese tiempo estará muy ácida y habrá que volver a refrescarla (por eso la tenemos que refrescamos el jueves).