Pelamos las manzanas.
Las cortamos en cuartos y descorazonamos.
En una cazuela ponemos las manzanas y el agua.
Exprimimos el limón y lo integramos en la cazuela.
Cocinamos a fuego suave, hasta que las manzanas estén tiernas, unos 30 minutos.
Añadimos el azúcar, y removemos con la espátula otros 5 minutos.
Trituramos para que quede con la textura que más nos guste.
Espumamos al acabar la cocción.
Añadimos la pectina y damos unas vueltas para que se integre en la mermelada, y seguimos cociendo durante otros 5 minutos más.
Para saber sí se ha alcanzado el punto correcto, ponemos un poco de mermelada en una cuchara recién sacada del congelador, si no gotea es el momento de embotar.
Mientras tanto, esterilizamos los tarros en el microondas (recién sacados del lavaplatos) y las tapas en un cazo con agua.
Las tapas, las hervimos 5 minutos en una cacerola.
Rellenamos los tarros estériles hasta el cuello.
Seguidamente, realizamos el vació a los botes, poniéndolos boca abajo, durante unas 24 horas.
Etiquetamos (con al menos el tipo de mermelada y la fecha) y almacenamos en un lugar oscuro, seco y fresco hasta su consumo.
A disfrutar junto a unas buenas tostadas!!!
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25 g
* El % del valor diario (VD), indica cuánto contribuye un nutriente a la ingesta diaria, de un adulto medio (8400 kJ / 2000 kcal).