Desalamos el bacalao, teniéndolo en agua durante un mínimo durante 24 horas en la nevera, cambiando el agua cada 6 horas.
- Si partimos de bacalao congelado y desalado, lo utilizamos directamente.
La noche anterior, ponemos en remojo los garbanzos.
- Los garbanzos pedrosillanos, son pequeños, muy redondos, y muy firmes, por lo que necesitan un buen remojo y quizá algo más de tiempo de cocción, pero aportan un sabor muy delicado.
Pelamos y cortamos la cebolla, para el sofrito.
Pelamos los ajo y los picamos.
Trituramos el tomate maduro
- En su defecto podemos usar medio de vaso de tomate triturado, de lata.
Pelamos y picamos bien las zanahorias (o en lascas).
- Con un pelapatatas, por ejemplo, o con una puntilla.
Quitamos la piel, eliminamos las espinas y cortamos el bacalao en dados regulares (taquitos o tiras, del tamaño de la yema del dedo pulgar, más o menos).
- Lavarlos y escurrirlos.
Comenzamos poniendo a fuego medio la olla rápida (una olla express de magefesa, con mango y asa y añadimos un chorrito de aceite.
Agregamos la zanahoria,.
Agregamos el pimiento amarillo, picado muy fino.
Añadimos una pizca de sal. y sofreímos estos ingredientes durante unos minutos, cuidando que no se quemen.
- La sal hará que se desprenda el agua, por lo que más que un sofrito, se tratará de una pochada.
- Mucho cuidado ya que el bacalao aportará también sal al potaje.
Después incorporamos la cebolla, para que se haga, lentamente.
Por último, añadimos el tomate.
- El tomate desprenderá agua, por lo que la mezcla, más que freírse, tiende a cocerse.
Sin olvidar el ajo picado, que añado a continuación,
Junto con la pizca de pimentón agridulce.
- Hay que removerlo continuamente, para que no se queme (el pimentón, si se quema, amarga).
Añadimos el bacalao, cortado porciones, y removemos mientras se tuesta.
Después de un rato, cuando se ve que el conjunto se va cocinando, añadimos los garbanzos.
Y el agua (se podría añadir un caldo de pescado, pero yo prefiero que el sabor lo aporte el propio bacalao y el resto de los ingredientes) hasta cubrir todo, como dos o tres dedos por encima.
A continuación, removemos el conjunto y cerramos la olla. Ponemos el fuego al máximo.
- Cuando sube la válvula (o comienza a pitar, dependiendo del modelo de olla express que estemos usando) bajo el fuego al mínimo y contamos 10 minutos.
- A los 10 minutos, ponemos la olla bajo el agua del grifo (cuando el fabricante lo permite, o dejamos que la válvula baje, siguiendo las instrucciones del fabricante de la olla) y la abrimos.
Seguidamente, añadimos las patatas, chascadas en trozos de un tamaño tal que quepan dentro de la boca (del tamaño de una boca media, jejejejeje).
Incorporamos las espinacas.
Y la cúrcuma.
Y además la pimienta negra (unas pocas bolitas, sin pasarse).
A continuación, volvemos a poner la olla al fuego, y esperamos otros 10 minutos.
Mientras tanto, ponemos un huevo fresco a cocer durante estos10 minutos.
Transcurridos 10 minutos habremos completado 20 minutos de cocción, suficientes para dejar los garbanzos en un punto óptimo, igual que el resto de los ingredientes. Y suficientes como para que todos los sabores se integren adecuadamente.
- Rectificamos de sal si es preciso.
Cuando ha bajado la válvula o forzando su bajada poniendo la olla bajo el gripo (si el fabricante contempla tal posibilidad), se abre la olla) y se añade una pizca de albahaca (al menos, a mí me gusta ese aroma).
Por fin, se pelamos y picamos el huevo duro e incorporamos directamente sobre el guiso (en la propia olla), y lo revolvemos con cuidado para no romper los garbanzos.
A mí me gusta dejar que el guiso repose. Lo hago a primera hora de la mañana para comer a mediodía, o incluso lo hago el día antes.
- Las legumbres, en general, no empeoran, sino que mejoran cuando no las sirves sobre la marcha, sino que las dejas reposar.
Tamaño de la ración 100 g
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* Percent Daily Values are based on a 2,000 calorie diet. Your daily value may be higher or lower depending on your calorie needs.