Ponemos en un bol la harina (o en un robot de cocina).
Y la levadura fresca.
El agua.
El aceite.
El vinagre
Añadimos la miel y mezclamos todo con una espátula.
Mezclamos todo bien.
Incorporamos la sal.
Amasamos a mano durante unos 10-15 minutos.
También podemos amasar en un robot de cocina durante 5-10 minutos.
La masa debe quedar uniforme y compacta.
Para saber si hemos conseguido el amasado perfecto, hacemos la prueba de la membrana.
Ponemos la masa de pan, un un bol engrasado, y lo tapamos con papel film.
Dependiendo de la temperatura, el primer levado puede durar hasta dos horas.
Sacamos la masa del bol y sin desgasificar la masa, formamos una bola.
Esparcimos harina sobre el cesto de levado.
Ponemos la masa en el cesto, añadimos por encima harina.
Tapamos con papel film y dejamos que fermente.
Encendemos el horno a 220ºC, con la piedra de hornear.
Con un cuchillo de sierra mojado (o una cuchilla), hacemos unas greñas (con un corte en oblicuo), sobre la masa de pan.
Metemos la masa de pan en el horno caliente.
Echamos agua, con un spray sobre las paredes del horno.
Pasado 15 minutos, abrimos el horno, para que se pierda la humedad y volvemos a cerrarlo.
Sabremos que el pan esta en su punto, si al golpear por el fondo, emite un sonido hueco.
Pasado este tiempo, sacamos la hogaza y la dejamos enfriar sobre una rejilla.
Una vez enfriada la hogaza, se puede cortar el pan, siempre con un cuchillo de sierra.
BUEN PROVECHO!!
10 raciones
50 g
* El % del valor diario (VD), indica cuánto contribuye un nutriente a la ingesta diaria, de un adulto medio (8400 kJ / 2000 kcal).