Debemos comprar sardinas frescas en nuestra pescadería de confianza.
- Las mejores sardinas son las que no son muy grandes.
Limpiamos bien las sardinas.
- Las ponemos en un escurridor para que suelten en agua sobrante de haberlas limpiado.
- Dejamos las escamas y las tripas.
Colocamos las sardinas juntas sobre unos trozos de papel de cocina y las enrollamos hacienda un cilindro y las metemos en tupper, en la nevera hasta su utilización.
Encendemos la barbacoa con maderas de olivo y las pastillas vegetales.
La parrilla estará lista cuando el carbón este de color gris incandescente.
Salamos las sardinas, de forma generosa, con sal gorda.
Habitualmente, las cañas en donde se encertan las sardinas se hacen a partir de cañas de azúcar que se cortan en trozos de unos cincuenta centímetros y después se abren por la mitad longitudinalmente.
- Estas cañas son colocadas en agua para humedecerlas y no se quemen al colocarlas sobre las brasas.
Insertamos las sardinas atravesando su lomo (con cuidando de que todas estén colocadas por igual, por encima o por debajo de esta).
- Es importante que las espinas de las sardinas queden siempre por debajo de la caña ya que, si no, al darle la vuelta la sardina se habrá reblandecido y se romperán.
- Insertamos 6 ó 7 sardinas por caña.
Colocabos un pequeño montículo de arena, donde clavamos las cañas de azúcar con las sardinas.
Cocinamos de un minuto a minuto y medio por cada lado, hasta que las sardinas queden doradas, a fuego alto.
- Hay que asar a fuego muy fuerte, por poco tiempo.
- Las sardinas se van engrasando unas con otras.
Servimos en un plato de sardinas, de una caña, por persona (6-7).
- Comerlas sin demora.
Tamaño de la ración 100 g
Raciones 0
* Percent Daily Values are based on a 2,000 calorie diet. Your daily value may be higher or lower depending on your calorie needs.