Pelamos los ajos y le quitamos el germen.
- El objetivo de quitar el germen, es que sean menos indigestos, ya que esta parte es la más fuerte del ajo.
Lavamos el tomate, lo secamos y con la ayuda de un cuchillo de sierra, cortamos en rodajas finas.
- Quitaremos la dureza leñosa allá donde los encontremos.
Colocamos las rodajas en un plato llano y rociamos con aceite de oliva virgen extra.
A nosotros nos gusta añadir un poco de hierbas provenzales.
- Pero podemos usar las que más nos gusten.
Seguidamente añadimos las aceitunas de Aragón.
Incorporamos un buen chorro de aceite de oliva virgen.
Presentamos los tomates para disfrutar de lo lindo.
Y con un buen pan para untar.
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* El % del valor diario (VD), indica cuánto contribuye un nutriente a la ingesta diaria, de un adulto medio (8400 kJ / 2000 kcal).