Calentamos la mantequilla en una cazuela sobre fuego bajo.
Añade la harina tamizada y continuar revolviendo vigorosamente.
- La harina la debemos pasar por un cedazo para que esté fina y no forme grumos.
Cocina 5 minutos hasta que la harina este totalmente cocida y dorada (roux).
- Usar una cazuela (mejor si es antiadherente) amplia, ya que hay que estar removiendo bastante, y cuanto mayor sea la superficie de la cazuela, antes se hará la bechamel.
Vierte la leche caliente sobre el roux y cocina, revolviendo continuamente.
- La leche debe estar muy caliente.
- Usar una cuchara de palo ya que la bechamel es muy densa.
Hasta que tengas una salsa bechamel espesa y sin grumos. Echar sal al gusto.
- Se puede aromatizar con nuez moscada.
Incorporar el jamón y los huevos duros, todo desmenuzado, y cocinar un par de minutos más.
Hay que conseguir una mezcla espesa que se pueda manipular con las manos, si esta muy pegajoso, cocinar un poco más.
Extiende la mezcla en una fuente y déjala enfriar por completo tapada con un film de plástico.
Cortamos en pequeños trozos el jamón y los huevos.
Con una cuchara, coge un poco de la mezcla y con las manos, haz cilindros pequeños,
Pasa la croqueta por huevo batido
y luego por el pan rallado
y reservar.
En una sartén honda o freidora, calentar abundante aceite e ir friendo las croquetas por tandas pequeñas, para que no se enfrié el aceite.
- La croquetas se deben freír en aceite muy caliente (para que no se abran), por lo que hay que usar aceite de oliva.
-Un motivos por lo que se revientan es porque el rebozo de pan es muy fino o son muy grandes.
- La croquetas deben estar siempre recubiertas de aceite al freírlas.
Cuando estén doradas, aproximadamente 1 minuto, colocar en un plato con papel de cocina para que absorba el aceite.
¡A disfrutar! Si es que os dejan los niños, claro.
8 raciones
100 g
* El % del valor diario (VD), indica cuánto contribuye un nutriente a la ingesta diaria, de un adulto medio (8400 kJ / 2000 kcal).