

La noche anterior, preparamos las judías blancas.

Colocamos las alubias blancas, en un bol grande y las cubrimos con abundante agua fría.

A la mañana siguiente las alubias estarán hidratadas y habrán crecido bastante.

Escurrimos las judías blanca, las aclaramos con agua fría.

Y volvemos a escurrirlas.

Cortamos el conejo en trozos.

Quitamos la piel y partimos la cebolla en cascos.

Pelamos, cortamos en medias rodajas y quitamos el germen a los ajos.


Lavamos el tomate, lo pelamos y cortamos en trozos.

Preparamos el Bouquet Garni, con perejil, tomillo y laurel.

En un cazo ponemos un poco de aceite.

Añadimos la cebolla, el ajo, el puerro y sofreímos ligeramente.

Seguidamente añadimos el conejo salpimentado.

Y añadimos una cucharilla de pimentón, damos vueltas, sin que se llegue a quemar.
El sabor característico y delicioso del pimentón (dulce, ahumado, o picante) se debe a sus aceites naturales (oleorresinas).

Desglasamos con el vino blanco, raspando el fondo de la cazuela para despegar los jugos caramelizados del conejo.

Ponemos el sofrito de verduras y el tomate en el vaso de la batidora.

Batimos todo bien y reservamos.

Colocamos las alubias en la cazuela, cubriéndolas con agua fría y llévalas a ebullición.

Volvemos a poner las alubias en el cazo con agua y volvemos a llevar a ebullición. Cortamos 3 veces la ebullición de las legumbres, añadiendo un poco de agua fría cuando vuelva a hervir.
Esto se hace para evitar que se rompan o se despellejen las legumbre. Al cortar la ebullición, se ayuda a que las pieles de las alubias no se desprendan y queden enteras.
También sirve para reducir los gases que producen las legumbres.
Además al ralentizar el proceso de cocción de esta manera ayuda a que las legumbres queden más tiernas.

Cuando salgan la espuma a la superficie, la retiramos con una espumadera y bajamos el fuego.

Añadimos las alubias y el Bouquet Garni, al líquido de cocción.

Cocinamos a fuego suave durante aproximadamente una hora a hora y media, hasta que las alubias estén tiernas, pero aún firmes (deben terminar de hacerse en el horno).

Colocamos el conejo frito, reservado, en la cazuela de las alubias.

Incorporamos las verduras trituradas.

Y damos unas vueltas.
Cubrimos las alubias con el caldo de pollo o carne.
Las alubias debe estar cubiertas de caldo en todo momento durante la cocción, para conseguir una cocción uniforme y evitar que se encallen se endurezcan.

Salpimienta al final de la cocción.

En una cazuela de barro ponemos las alubias ya hervidas, con su caldo, el conejo frito y añadimos el pan rallado por encima.

Precalentamos el horno a 160 °C (320 °F) e introducimos la cazuela sin tapar y hornea durante una hora.

A 30 minutos, rompemos con cuidado la costra de la superficie y añadiremos más caldo de las alubias (para evitar que se seque), volviendo a espolvorear un poco pan rallado por encima.

Cuando la corteza esté bien dorada y las alubias hayan cocido, la sacaremos del horno.

6 raciones
150 g
* El % del valor diario (VD), indica cuánto contribuye un nutriente a la ingesta diaria, de un adulto medio (8400 kJ / 2000 kcal).