

Precalienta el horno a 180 °C, con calor arriba y abajo.

Lavamos y troceamos la naranja entera (con piel). Reservamos.

Y la trituramos, reservamos.

En un bol grande, batimos los huevos con el azúcar, hasta que la mezcla blanquee y doble su volumen.

Añadimos el aceite y la ralladura de naranja.

Incorporamos la leche y el anís (ingredientes líquidos).

En otro bol incorporamos la harina tamizada, el sobre de levadura y la sal, mezclando todo (ingredientes secos).

Añadimos los ingredientes secos a la mezcla líquida, en dos o tres tandas, mezclando con una espátula mediante movimientos envolventes.

Agregamos las pepitas de chocolate y mezclamos suavemente.

Vertemos la masa en el molde preparado.

Añadimos el resto de pepitas de chocolate por encima de la masa, para que no de hundan al fondo del molde.

Horneamos a 135 ºC-150 ºC (arriba-abajo, con ventilador), durante unos 35 a 45 minutos.

Sacamos el bizcocho del horno y dejamos enfriar el bizcocho en el molde durante 10 minutos.

Déjalo enfriar completamente sobre una rejilla.

Para que el bizcocho sea digno de pastelería, prepárale un glaseado mientras horneamos el bizcocho:
Mezclamos el zumo de naranja con el azúcar y el chorrito de anís.
Lo hervimos durante un par de minutos, para que espese un poco.
Y cuando saquemos el horno (todavía caliente), pinchamos la superficie del bizcocho con un palillo y pincelamos con este almíbar.

Nos quedará increíblemente jugoso.

Que suerte tengo de tener una Madrina, que cocina tan bien.

10 raciones
50 g
* El % del valor diario (VD), indica cuánto contribuye un nutriente a la ingesta diaria, de un adulto medio (8400 kJ / 2000 kcal).