
Ponemos las alubias en remojo con agua fría al menos 12 horas.
Tip: No añadas sal al remojo, porque endurece la piel.


Pelamos y cortamos la cebolla en 2 mitades.

Opcionalmente podemos pinchar un clavo en cada media cebolla, lo que le dará al cocer un aroma sutil muy interesante.

Lavamos, pelamos y cortamos en 2, la zanahoria

Lavamos el pimiento, lo partimos en 2 y descorazonamos y despepitamos.

Escurrimos las alubias y las ponemos en una olla amplia, cubiertas con agua fría hasta que el agua sobrepase un par de dedos por encima de las legumbres.

Llevamos a ebullición y cuando rompa a hervir, añadimos un chorrito de agua fría para cortar el hervor.

Bajamos el fuego al mínimo.

A mitad de cocción, retiramos la cebolla, el pimiento, la zanahoria y el ajo.

Los trituramos las verduras con un poco de caldo.

Y los devolvemos la crema a la olla de las alubias.

Aparte, en una sartén con aceite de oliva, doramos los dientes de ajo laminados.

Retiramos del fuego y añadimos a la sartén de los ajos una cucharadita de pimentón (que no se queme)

Y otra de pimiento choricero.

Si te gusta el picante, puedes añadir pimentón picante o una guindilla al sofrito.

Y incorporamos el sofrito a las alubias.

No debemos meter la cuchara, ya que si lo hacemos podemos romper las alubias.

Probamos las alubias, y rectificamos de sal si es preciso.

Si vemos que el caldo está muy líquido al final, sacamos un cazo de alubias.

Y las aplastamos con un tenedor hasta hacer un puré y lo devolvemos a la olla.

Mientras que disfrutamos de los entrante, apagamos el fuego de las alubias y las dejamos reposar al menos 20 minutos (incluso de un día para otro).

La cocinera sirve estas alubias a los comensales.

En La Rioja y el País Vasco, no se entiende un plato de legumbres sin sus guindillas.

4 raciones
150 g
* El % del valor diario (VD), indica cuánto contribuye un nutriente a la ingesta diaria, de un adulto medio (8400 kJ / 2000 kcal).