Según los expertos, la clave más importante es el pan, el producto principal de cualquier torrija del mundo.
- Si el pan no está en su punto (duro) su sabor no será el mismo.
- La mejor torrija es la que se realiza con pan casero del día anterior, la miga es más densa y tiene menos alvéolos, tiene que ser compacto para que retenga bien la leche.
Cortamos la barra en rodajas que no sean muy gruesas, más o menos 1 cm de grosor.
Ponemos la leche en un bol para calentarla en el microondas.
Cuando esté caliente añadimos el azúcar y la rama de canela (partida en trozos), removemos bien para que se mezclen con la leche.
- Dejamos reposar para que se integren los sabores.
- Esta mezcla se puede hacer el día anterior y guardarlo en la nevera, para la mañana siguiente.
Bañamos las rebanadas de pan en leche fría y colada (sin canela).
- Es importante que dejar reposar el pan durante unos 10 minutos. Así lograremos que el pan adquiera bien todo el sabor de la leche dulce con canela.
- Escurrimos las rebanadas y las colocamos sobre papel absorbente.
Batimos los huevos y la mezclamos con la leche que nos sobró.
Luego la remojamos las rebanadas en el huevo para que empapen bien.
Freímos en la sartén el pan. Dándole la vuelta hasta que estén doradas por ambas caras.
- Para freír las torrijas el aceite debe tener una temperatura de unos 170º C.
- Máximo se fríen de dos en dos para que el aceite no se enfrié.
Cuando estén listas las colocamos sobre un trozo de papel absorbente para que absorba el exceso de aceite.
Mezclamos el azucar y la canela.
Espolvoreamos con la mezcla de azúcar con canela.
- Se puede también endulzar con miel o jarabe de arce.
- Repetir este proceso con el resto de rebanadas de pan.
6 raciones
100 g
* El % del valor diario (VD), indica cuánto contribuye un nutriente a la ingesta diaria, de un adulto medio (8400 kJ / 2000 kcal).